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ARCHIPIÉLAGO CATURLA

caturla, coleccionista

En plena edad dorada del mercado artístico, los Kocherthaler, reunieron desde comienzos de siglo una excelente colección de obras de arte, a la que una entusiasta y estudiosa María Luisa dio vida propia. Sus tablas góticas inspiraron los bordados del femenino Taller del Encaje del que era fundadora, permitieron a los grandes especialistas europeos, como Justi, Richert o Friedländer, reconstruir la historia de la pintura hispana del siglo XV, e inspiraron muchos pasajes de su Arte de épocas inciertas. También poseían pinturas modernas, quizá a partir de la Guerra del 14, cuando galeristas como Otto Van Wätjen y artistas europeos en apuros tuvieron que desprenderse de sus obras. Courbet, Van Gogh, paisajes impresionistas o Seurat figuraban entre las posesiones. La colección se deshizo al cabo de pocas décadas y hoy está dispersa por los museos del mundo.

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Debe de ser un gran placer contemplar durante años en la intimidad doméstica un cuadro tan sencillo y tan esencial


josé ortega y gasset

Breslauer,
el arquitecto

Breslauer & Salinger (activos 1901–1933)
Casa de Kuno Kocherthaler, Madrid, 1923
Fotografía
Architekturmuseum TU Berlin

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Flechtheim,
el marchante

El galerista Alfred Flechtheim, en cuya revista colaboraron Caturla y Ortega y Gasset, fue además una figura importante en la creación de la colección. Su primera galería en Düsseldorf (1913) se hizo célebre por la difusión de Kandinsky, Gabriele Münter, Marie Laurencin y los expresionistas del Rhin, que tanto admiraba Caturla. Aunque su negocio quebró durante la Gran Guerra, volvió a abrir en 1919. Sus fiestas se hicieron legendarias.

Otto Dix (1891–1969)
El marchante de arte Alfred Flechtheim, 1926   
Óleo sobre lienzo
Staatliche Museen zu Berlin
Artepics / Alamy Stock Photo 

Lochner,
el gtico alemn

Stefan Lochner (1400–1451)
La Virgen coronada por ángeles, 1450
Óleo sobre tabla
The Cleveland Museum of Art

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Miguel Ximnez,
objeto de estudio

«Agilidad, premura, fórmulas gráciles y quebradizas, plegado revuelto y afán por el menudo pormenor». Estas cualidades de la pintura del siglo XV atrajeron a expertos como la hispanista Gertrud Richert, que analizó las tablas de san Miguel y santa Catalina de Miguel Ximénez, y les dedicó un artículo en 1927.

Miguel Ximénez (activo 1462–1505)
San Miguel, 1475–1485
Técnica mixta sobre tabla
© Museo Nacional del Prado

El Greco,
el preferido

Atraída por el significado espiritual y artístico de la obra del cretense, esta Verónica ocupó la predilección de Caturla y fue motivo de un breve pero intenso estudio sobre ese tema. Le atraía su vertiente manierista: esa forma de desplazar la figura del eje central y de envolverla en una sombra inmensa. Y se pregunta «¿Cuál es la prehistoria de ese abismo negro? Hay que hacer la historia de esa nocturnación».

Doménikos Theotokópoulos, el Greco (1541–1614)
La Verónica de la Iglesia de Santo Domingo el Antiguo, 1580
Óleo sobre lienzo
Colección particular

Veronica-ElGreco
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Granacci,
la devoción italiana

«Hay en el arte italiano momentos de serenidad inexplicable». Caturla aprendió a apreciar lo italiano frecuentando las colecciones florentinas, gracias a sus estancias en la villa de una amiga íntima, y leyendo a Wölfflin. Sentía predilección por ese momento de umbral que es el siglo XV toscano: «Todo lo que viene de Florencia es fino y frágil». Esta obra temprana de Francesco Granacci, un quattrocentista rezagado en cuya órbita trabajaría precisamente Alonso Berruguete, presidía el despacho de la casa y se encuentra ahora en el Museo de Arte de Portland (EE.UU.).

Francesco Granacci (1477–1543)
Virgen con Niño y dos ángeles, 1495
Temple sobre tabla
Donation of The Samuel H. Kress Foundation
© Portland Art Museum

Courbet, en la
intimidad domstica

En cierta ocasión, Caturla le envió a Ortega fotos de una marina de Courbet (hoy ilocalizable) que tenía en su casa: la imagen de una ola. «Debe de ser un gran placer —contestaba este— contemplar durante años en la intimidad doméstica un cuadro tan sencillo y tan esencial. Poco a poco se va cargando de sentidos, como de electricidades adventicias. No es una ola; es la Ola, el hecho elemental marino, lo que Goethe llama un Protophänomenon». (Carta de Ortega y Gasset a Caturla, s/f, CD-C/128).

Gustave Courbet (1819–1877)
La ola, ca. 1869
Óleo sobre lienzo
Donación de Sir Alexander Maitland en memoria de su mujer Rosalind en 1960.
© National Galleries of Scotland

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Van Gogh,
la modernidad

Vincent Van Gogh (1853–1890)
La Roca de Montmajour con pinos, 1888
Lápiz, bolígrafo, pluma de caña y pincel y tinta, sobre papel
Museo Van Gogh, Amsterdam (Fundación Vincent van Gogh)

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biografía

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SU FORMACIÓN

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CATURLA, ColecciOnISTA

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SUS viajes

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La historia del arte
en los 30 y 40

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Ortega y Gasset

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Investigadoras, filósofas, historiadoras

© Museo Nacional de Escultura, 2021