ARCHIPIÉLAGO CATURLA
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Ángeles Santos (1911–2013)
Tertulia (detalle), 1929
Óleo sobre lienzo
© Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
María Luisa Levi Caturla (Barcelona, 1888 – Madrid, 1984) fue una figura insólita, en cuya existencia se entrecruzan diversos destinos, derivados de su doble raíz familiar, judeo-alemana y española, pero también de las mudanzas vitales y de la variabilidad de territorios —geográficos y mentales— por los que transitó.
Su primera madurez, movidísima, se desenvolvió entre el Madrid «ateniense» de la Edad de Plata, donde se distinguió por una excelente preparación artística y por su amplia y selecta relación con la intelectualidad de entreguerras, de Einstein a Wölfflin, de Le Corbusier a los dadaístas, de Victoria Ocampo a Frobenius. Es un ejemplo de lo que significaron, en su tiempo, las primeras libertades femeninas así como la vitalidad de una trama europea moderna sustentada en inquietudes culturales compartidas.
Su segunda vida, en la mortecina España del franquismo, está presidida por el otoño vital y un enfrascamiento en el estudio de la pintura del Siglo de Oro que le valió como una reserva de emancipación estética e íntima. No obstante, siendo mujer y careciendo de poder académico, su figura se mantuvo en «tierra de nadie» y un injustificado silencio borró su nombre de la cultura española del siglo XX.