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LA HISTORIA EN ZIGZAG

Perplejidades de
estilo flamígero

La inquietud llameante del estilo flamígero prende en la arquitectura del siglo XV con fogosa energía. El edificio es todo desazón. Las naves de las iglesias se derraman por doquier como en una selva y sus bóvedas se extienden sin fin. Las tracerías se quiebran, trepan y se desdoblan; los retablos semejan grutas invadidas por maleza y las escaleras de caracol o los balcones en esquina desorientan al espectador y bifurcan su mirada. Vemos así que las formas del siglo XV eluden toda dirección; que late en ellas una vitalidad nerviosa. Son el testimonio de una época problemática, que presiente una crisis pero ignora cómo la superará.

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La iglesia flamígera puede ser aumentada hacia todos lados, como el bosque, o el mar, o el desierto


MARÍA LUISA CATURLA

CURVAS Y CONTRACURVAS

«De curvas y contracurvas se compone asimismo el arco conopial, que enmarca portadas y ventanales del medievo finalizante. Ese “arco de quilla” o “dorso de asno” alemán, la accolade francesa, aproxima las molduras de las jambas, curvándolas convexamente sobre el dintel hasta conseguir su encuentro, para hurtarse inmediatamente a éste si la composición ornamental continúa, alejándose de nuevo en sinuosa contracurva. El continuo fluir que por doquier vierte la ornamentación del siglo XV invade también la escultura de Pere Johan de Vallfagona, por ejemplo, en su gran retablo de alabastro de Tarragona».

Pere Joan (ca. 1395 – ca. 1458)
Martirio de Santa Tecla, 1426–1434
Alabastro policromado
Retablo mayor de la Catedral de Tarragona
Fotografía particular

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BANDAS QUE VUELAN

«Hasta en Italia, donde el genio nacional contrarresta las corrientes formales y espirituales europeas, vemos a las encantadoras figuras de Agostino di Duccio serpear danzas de Loïe Fuller. Una tabla del Museo del Prado representa a los Reyes Católicos y sus hijos ante una Virgen entronizada, y, detrás, un motivo ornamental cuyos áureos trazos podrían haber sido inventados alrededor de 1900. A ambos lados, santo Tomás y santo Domingo son portadores de banderolas —otro testimonio, frecuente en aquel tiempo, del afán que hay por las ondulaciones—».

«Hay, pues, en el arte europeo del XIV un afán de alambicamiento. Yo sólo quisiera recordar aquí el fresco y lozano comienzo del Roman de la Rose».

Maestro de la Virgen de los Reyes Católicos
La Virgen de los Reyes Católicos, 1491–1493
Técnica mixta sobre tabla
© Museo Nacional del Prado

LA IGLESIA INFINITA

«La avenida interior gótica se ha convertido en selva, virtualmente capaz de propagación ilimitada, idealmente inconclusa e infinita. La iglesia flamígera puede ser aumentada hacia todos lados, como el bosque, o el mar, o el desierto. Hallenkirchen (iglesias de salón) germánicas, Seo de Zaragoza, catedrales de Sevilla y Salamanca, son todas ellas construcciones de planta rectangular indiferenciada. Ninguna invita más a desperdigarse; ninguna contiene en sí tantas posibilidades de infinito».

Jenaro Pérez Villaamil y Duquet (1807–1854)
Interior de la catedral de Sevilla, 1842–1844
Lápiz y aguada a color sobre papel
© Museo Lázaro Galdiano

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de Chirico, ARQUEAS

 «Siempre de nuevo se tropezará con la ausencia de demarcaciones, con el ansia de continuarse sin trabas, de suprimir cuanto pueda marcar atribuciones estrictas a las cosas, impidiendo que aparezcan en cumplimiento de su definida función. En la Europa de nuestros días hemos visto arquerías pintadas por Chirico, o construidas en tangible arquitectura —por ejemplo, ante los Nuevos Ministerios madrileños—, con ese mismo eludir el uso de marcas, de todo cuanto signifique estructura y estorbe un interminable resbalar».

Giorgio de Chirico (1888–1988)
Plaza, 1913
Óleo sobre lienzo
Colección del Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires
Área de Documentación y Registro del MNBA Buenos Aires, Argentina

HUECOS Y CANTOS

«Todo esto bastaría para dar a la basa flamígera un aspecto sobremanera complicado, pero a ello se añaden las extrañas penetraciones, pormenor equívoco sin más fin que crear confusión y producir desconcierto. Los pilares de la catedral de Salamanca son haces de nervios, pero al mismo tiempo se inician abajo ingentes columnas cilíndricas sumidas en la piedra, que salen hacia fuera rebasando los baquetones; y desaparecen al cabo».

Antón Egas (ca. 1475–1531) y Alonso Rodríguez (siglo XV–1513)
Maestro principal de obra: Juan Gil de Hontañón (1480–1526)
Columna de la nave central de la Catedral Nueva de Salamanca, 2021
© Archivo de la Catedral de Salamanca

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FLUIDEZ IMPRESIONISTA

«El gótico tardío, con serlo, alcanza el misterio, la impenetrabilidad de que gustan rodearse las épocas de incertidumbre. Sólo es posible extraviarse en lo que es inabarcable. Acumulando formas se logran densidades de selva, marañas infranqueables a la mirada, como las de nuestros retablos y las tallas de los altares alemanes, porque se prefiere lo impenetrable a lo claro, y porque lo abarcable no suele ser incierto».

Claude Monet (1840–1926)
Catedral de Rouen. El Portal y la Torre Saint-Romain, a pleno sol. Armonía azul y oro, 1893
Óleo sobre lienzo
© Musée d'Orsay, Dist. RMN-Grand Palais – © Patrice Schmidt

Todas las citas pertenecen a la obra de María Luisa Caturla Arte de épocas inciertas

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complacencia en
el equívoco 

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románticos
del siglo xv

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perplejidades del
estilo flamígero

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el manierismo

© Museo Nacional de Escultura, 2021